Escribo porque mi cerebro se
comunica mejor con mis manos que con la lengua, porque el papel es un filtro,
una coraza, entre mis palabras y mis sentimientos, porque me odio menos
escribiendo, porque mientras escribo de desatan mis emociones y se encarcelan
mis pasiones.
Estoy frente al espejo mientras invado mis entrañas intentando consolar mis
penas, cuando de repente una figura oscura y nebulosa avizoraba ansiosamente
ingresar ¡Era ella! Soledad, me alcanzó a pesar de mis intentos de huir de
ella, me miraba insinuante, cautelosa, altiva… algunas veces es
dulce, otras como hoy amarga, fértil y
árida a la vez, ella es la única capaz de encender un diálogo con nosotros
mismos, de revelarnos las respuestas de lo que no nos atrevemos a preguntar, cuando ligeramente logré alcanzar su voz "te extraño" –dijo–
Odio admitirlo pero a veces siento que extraño perderme en las profundidades de
lo más inexorable de la vida, me abraza tiernamente y me hace pensar que es mi
fiel compañera; siento que me abraza animosamente, ella se convirtió en el
liquido vital de mi aletargado pensamiento, lágrimas comenzaron a caer por mi
mejilla, estaba nuevamente sola, mis poemas perecían en la polvareda de mi
exhausta inspiración, miedos deseosos de verme atormentada llegaron junto con
mi soledad, sus cadenas hastiosas y repulsivas me rodearon, estaba nuevamente
sola y grité armónica y orquestalmente, un grito paradójico y martirizado por
sentir mil caídas metafóricas de mis ilusiones, pesadillas oscuras y sin final
comenzaron a asediar mi ya atormentado corazón, el temblor de mis manos causado
por las visiones espectrales no cesaban y causaba risas de placer a mi soledad,
mi miedo más grande se hizo realidad, un sudor frío como las mórbidas miradas
de mis temores sonriendo, recorría tenuemente mi espinazo, el miedo de no
sentir nada más que miedo se apodera de mi poca consistencia, me aprisionan
dentro de un subyugado pedazo de espacio, lanzo una mirada de terror al cielo,
busco las estrellas, mis guías perpetuas...no están, casi olvido que estoy sola,
mis lágrimas impiden ver con claridad el murmullo de tumbas extenuadas, un
rumor de silencios inquebrantables, y hoy por fin acepto mi realidad, estoy
sola, las paredes de mi habitación se encogen, dejando en mi ser, la triste
nostalgia que embriaga mis sentidos, que presiona mi piel, que cala mis huesos
y destroza mi alma, no puedo escapar, esta sofocante realidad me ahoga, ahora
estoy muriendo… tengo un miedo abismal de mirar los pedazos de espejos rotos a
mi alrededor, sé lo que reflejarán, mi castigo inevitable, mi condena merecida,
reflejarán a una mujer que está cansada de esperar y harta de buscar, ven a mí,
querida soledad, déjame abrazarte, susurrarte al oído que hasta ahora he
esperado por ti, hoy te he buscado y te he encontrado, mis fuerzas me abandonan
para redimirme ante ti, hoy te contaré todos los secretos que me mantenían viva.