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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Simplemente Fer II


Nuevamente enmudecí, al ver esto Sandra giro y siguió caminando. Volvimos a reunirnos varias veces, pero nadie decía nada y así transcurrieron dos meses, hasta que una noche inesperada me llamó, al oír su voz como siempre el corazón se me quería salir; me dijo que le urgía hablar conmigo, eran las 10:00 pm. No dudé en vestirme para ir al encuentro de mi amada, aunque ella ni lo sabía. No importó decirle a mi madre donde iría, sólo pensaba en Sandra.
Hola –hola– recuerdo que en ese instante me pidió que la abrazara, no sabía que sucedía pero me encantaba tenerla cerca y poder sentir su aroma.
¿Qué te sucede? pregunté. ¿Recuerdas lo que pasó en el baño hace algunos años atrás? Sí,  –nuevamente pensé que enmudecería, pero no lo hice– sin decir nada me besó y por supuesto no dude en responder, a pesar que era mi primer beso (no lo hice nada mal jejejeje) fue sensacional porque ambas sentíamos que nos amábamos.
De pronto me retiré bruscamente de sus labios. ¿Tu mamá? –No hay nadie– siguió besándome. Nos dirigimos a su habitación, nadie hablaba sólo nos dejábamos llevar por la pasión desencadenada de nuestros cuerpos.
Poco a poco los besos fueron más intensos y empezamos a desvestirnos con una maestría inverosímil, mis manos recorrían sus copas de nieve que se derretían por el calor de nuestros cuerpos. Sus montes blancos parecían volcanes en erupción, mientras la yema de sus dedos recorría cada rincón de mi cuerpo mientras susurraba tenuemente amarme. La noche fue testigo de nuestros primeros murmullos y gemidos en la habitación, se clavó en mi como fuego entre mis venas, poco a poco nos confundíamos entre sus sábanas, abrazadas haciéndonos el amor. Jugaba con mi cuerpo, sus manos parecían paletas de fuego que encendían completamente mi ser; su cuerpo y el mío se unieron, un solo corazón latía por las dos fui totalmente suya y fue totalmente mía. Lo que expreso, es lo que está en mi memoria, la primera vez nunca se olvida, no sé si es por eso o por lo que ella aún significa para mí.
Regresé a casa feliz sin imaginar lo que allí me esperaba, pero nada importante ¡Era feliz! Mi madre armó una batahola y sin pensar le dije mi sexualidad, nuevamente el escándalo, gritos, llanto y yo sólo recordando los momentos de placer con Sandra, no obstante debo aclarar que era ella respeta mi sexualidad y mis decisiones.
Esa noche no podía conciliar el sueño porque pensaba en Sandra (decirles que pensaba en mi familia sería mentirles) quería que sean las 6:00 pm para ir a buscarla y así fue; sin embargo, grande fue mi sorpresa cuando me dijeron que regresó a la capital.
Allí entendí lo que la noche anterior quería decirme; era obvio, ella lo sabía y calló. Del paraíso al infierno, de la alegría al llanto, de la cima a otra sima me costó mucho recuperarme, no hacía más que encerrarme en mi habitación. Mis padres no entendían lo que me sucedía y trataban de animarme,  en ese momento por primera vez hablé de mis sentimientos, que sufría, que su hija experimentó el amor, que no había nada que pudiera consolarla excepto estar en los brazos de Sandra.
A medida que pasaba el tiempo iba rehaciendo mi vida y trataba de olvidarla, pero nunca pude sacarla de mi mente por completo, es así que conseguí su e-mail por medio de Ana, decidí escribirle pero nunca respondía, –hasta cansarme por no recibir respuesta– tenía su número telefónico pero no me animaba a llamarla por  temor a su silencio que cada día me ensordecía. A medida que crecí empecé a frecuentar lugares de ambiente, teniendo parejas eventuales.
Un fin de semana me encontraba en la disco y conocí a Ale, ella se encontraba en la barra (una chica bien contorneada, tez canela y cabellos negros, vestía una blusa que dejaba ver ligeramente sus senos, una minifalda que mostraba sus piernas haciendo gala a esos hermosos tacones que llevaba).
Reconozco que lo primero que me atrajo de ella fue su físico, no sabía cómo acercarme a ella, salía a bailar y bailaba para ella, quería seducirla con el movimiento de mi cuerpo –hasta que dio la señal y también coqueteaba conmigo– fue entonces que me dirigí a la barra...
Bryan un whisky  cuando ella pregunta ¿tienes encendedor?  –Sí– ok. Gracias. ¿Cuál es tu nombre? –Fernanda–. Empezamos a frecuentarnos y poco a poco me fue enamorando de ella, era linda, buena, solidaria, siempre se preocupaba por los demás hasta que un día confesamos nuestro amor, creo que en ese momento volví a amar, ella devolvió el amor a mi vida. Nos besamos y no saben lo grandioso que fue. Mantuve una relación de año medio con Ale, nos comprendíamos  mucho y planeábamos  compartir una casa el verano entrante.
Todo marchaba bien, digo marchaba  porque nuevamente apareció  Sandra en mi vida. Una mañana  fue a buscarme a la Universidad que por cierto estudiaba derecho. Estaba  en la cafetería  con mis amigas, cuando la veo ingresar (Dios, volvió  a despertar todo lo que sentía por ella)
Fuimos a su departamento, platicamos de aquella noche cuando iba  a decirme que se iba, pero no quería malograr aquel bello momento, se encontraba confundida por todo lo que pasamos.

Tenía miedo de escribir por temor a tu rechazo, el no poder soportar la distancia, fueron muchas cosas, saber de ti y saberte lejos me dañaría mucho más y por eso preferí el silencio –¿Me sigues amando?– preguntó. No pude responder nada, no porque no la amara sino por los nervios y la confusión que embargaban mis sentimientos, ahora no solo debía pensar en mí, sino también en Ale.
Posó sus manos en mi rostro  y me besó, lo lamentable es que no pude rechazarla  y volvimos a entregarnos  a nuestra pasión, nuevamente dejamos que nuestros cuerpos  y manos encajaran perfectamente, fue exactamente igual o mejor dicho mejor que la primera vez, debido a la pericia con la que actuábamos, con el mismo calor y deseo o quizá aún mejor. Quedamos en vernos el día siguiente.
Continuará...

lunes, 12 de diciembre de 2011

Simplemente Fer I


Sólo espero que al terminar de leer mi historia no me juzguen, y traten de comprenderme...
Recuerdo que tenía once años, estaba en el colegio y me atraía muchísimo mi compañera, creo que por los rizos castaños que llevaba. Fantaseaba con ella,  tomarla de la mano, compartir inolvidables momentos –no sabía lo que era un beso pero ya deseaba hacerlo, aunque me conformaba con besarle la mejilla, con eso me bastaba– Un día por esas circunstancias de la vida nos encontramos en el baño y por saludarme presurosa sus labios ligeramente rozaron los míos. No recuerdo cómo sucedió pero desde aquel día nos convertimos en las “mejores amigas”.

Ella siempre estaba en mis pensamientos, terminamos la primaria y nos separamos, sus padres se mudaron de ciudad.
Fueron pasando los años, yo con las mismas inquietudes de púber y recordando la escena del baño, preguntándome: ¿Dónde vivirá Sandra? ¿Habrá cambiado físicamente? ¿Algún día la volveré a ver?
Un 14 de septiembre del año 2000 (fecha que nunca olvidaré) tenía quince años y era el cumpleaños de mi amiga Ana, compañera de aula.
Todas se encontraban entretenidas conversando sobre el chico más popular de la escuela, típico de toda adolescente que empieza a interesarse por el sexo opuesto. –claro que yo desencajaba totalmente– pero allí estaba guardando las “apariencias” en esta sociedad tan conservadora.
Suena el timbre cuando Ana grita: ¡Sandra! ¡Prima querida! Con solo oír su nombre sentí una sensación extraña, todo el cuerpo me temblaba. De inmediato relacione Sandra, con mi  “mejor amiga”, aquella que despertó el amor en mi pubertad. Me encontraba nerviosa sin saber que realmente era ella. (Siempre he pensado y pienso que el corazón no te engaña) Quería verla y asegurarme que era ella, pero sólo alcanzaba a oír su voz y claro la de su familia, fueron los minutos más desesperantes.
Chicas ella es Sandra mi prima que llegó a vacacionar. Y todas en coro –hola Sandra, hola–. En ese momento cuando la vi  enmudecí  completamente, mi corazón quería gritar y aquel fuego dormido se encendió.

Empecé a relacionar el apellido de Ana con el de Sandra y muchas otras cosas...
Físicamente no había cambiado mucho, tenía el mismo rostro angelical, delgado, ojos expresivos, era un ángel –y no exagero–.
Sandra se sentó frente a mi ¡Fernanda, mírala, háblale! Ya sé hablaré de la escuela –no es muy tonto–le preguntaré su nombre ¡Pero si ya lo había dicho! No sabía qué hacer.

Cada vez que ella hablaba  la reconocía más, su sonrisa, sus gestos, sus labios aquellos que apenas pude rozar pero que ya causaban sensaciones intensas en mi ser y que aún me hacen delirar.
Hasta que en un momento la sorprendí observándome, desvió la mirada y salió de la sala, cuando regresó era yo quien la observaba y mucho, pero debo reconocer que esta vez fue ella la que me sorprendió, me quedé mirándola entusiasmada, anonadada, abrumada y con unas ganas desenfrenadas de besarla, fueron unos segundos mágicos, recordé nuestra niñez, fue como si ella también supiera quien era yo  “La mejor amiga”.
¿Fer porqué tan callada? –Alguien balbuceo y rompió mis recuerdos– En ese momento ella cambió de semblante y un brillo especial invadieron sus ojos, se le notaba perturbada. ¿Qué te pasa? Pareciera que no estuvieras aquí –replicó otra amiga–. Así que disimulé mi desasosiego. Y en un momento, no recuerdo cual nos dejaron solas –Fernanda R.– Sí respondí –quería abrazarla, besarla, y me quedé inmóvil–.

¿No me recuerdas? Replicó. Soy Sandra F. Estuvimos juntas en el “Corazón de María”. Diablos en ese momento aún seguía entumecida.
Reaccioné y pudimos conversar; mientras hablábamos no dejaba de mirar sus labios. –Creo que ella se dio cuenta– trasladó sus manos hacia su rostro y poco a poco vi cómo las suyas iban a posarse sobre mi rostro haciéndome mimos, me puse muy nerviosa y no quería hacer otra cosa que besar sus labios pero esta vez darle un verdadero beso, –pensé–. No sabía ni cómo besar, pero imaginaba que debía hacerlo como en las películas. Debo confesarles que nunca nadie volvió a rozar mis labios a pesar de mis 15 años, aún no tenía destreza en esas artes amatorias.

Conversamos mucho, nadie importaba solo éramos Ella y Yo. Recuerdo que fui  la última en despedirme, claro ya antes habíamos  intercambiado números telefónicos. Mientras estaba en casa no dejaba de pensar en ella y en el beso que al despedirse me dio, aunque sólo fue en la mejilla sus labios volvieron a tener contacto con mi piel. Al día siguiente no dudé en llamarla, nos citamos en una heladería, hablamos de cualquier cosa, lo único que me importaba era disfrutar de su presencia. Las horas pasaban y quería preguntarle de cuando ella rozó mis labios.   –A lo mejor ni lo recuerda pensé– pero no importaba sólo quería volver a tratar el tema, con la única intención de envolverla y hacerle  creer que era una mujer madura y con experiencia para poder enseñarle lo que era estar con una chica  –claro también quería experimentar, pero no podía decírselo–.
Al despedirse pude sentir ligeramente sus labios en la cuarta parte de los míos ¿se le habrá pasado, calculó mal? Sólo la miraba atónita, decidí marcharme cuando oí: –Fer–  volteé ligeramente. Te  Quiero Mucho.
Continuará...

jueves, 4 de agosto de 2011

Placer sexual

 
Una artista, una prostituta y una lesbiana coinciden en un solo activismo: promover el placer sexual en todos los sentidos a través de los sentidos. Al final, ningún prejuicio y tabú quedan en pie. “Esta es una vulva, el portal de inicio del goce. Y este es el capuchón que cubre el clítoris. Esto que ven aquí son los labios mayores, ya engrosados y listos para ser acariciados con los dedos o la lengua, y estos son los labios menores, un poco abiertos y lubricados. Ahora sigue el turno del clítoris, un órgano amplio, delicado, sensible, con millones de terminaciones nerviosas. El clítoris es el punto máximo del goce de una mujer, así sea la más tímida o conservadora del mundo”.
Las mujeres somos invisibilizadas todo el tiempo: vivimos dentro de una estructura social machista que le ha dicho a las mujeres cómo deben ser, cómo deben comportarse y cómo deben sentir su propio cuerpo, ni siquiera acostumbran a hablar de la vulva: la llaman de mil formas distintas, todos eufemismos o apelativos infantiles que minimizan su importancia y potencial de placer. La idea es que la gente se acerque, la toque, se refriegue contra ella y aprenda a sentirla un poco más, hay muchas chicas que nunca han visto sus vulvas, que nunca se han puesto un espejo frente a ellas o que creen que sus vulvas no son bonitas, cuando en realidad todas las vulvas del mundo son distintas, nunca simétricas: cada una tiene su gusto.
Su intención es descubrir ante hombres y mujeres las maravillas de lo que se oculta entre las piernas femeninas; por ejemplo, que en el vasto mundo de nuestra vulva, nosotras conocemos distintos tipos de orgasmos: placer clitorial, placer vaginal y placer en el punto G. Los hombres solo conocen uno y es por ello que somos ampliamente privilegiadas.
O que el Punto G rara vez se puede tocar con el pene a menos que se utilicen posiciones poco tradicionales: es más fácil sentirlo con los dedos o la lengua o que las mujeres somos capaces de llegar al orgasmo sólo a partir de caricias.
Y de eso se trata: de conocer nuestro cuerpo para aprender a sentir placer sin prohibiciones.
En el Placer sexual no hay censuras porque deseemos llevar todo al límite: por el contrario, pretendemos generar límites mucho más amplios. Y es que en el sexo las mujeres no pensamos tanto en el pene como sí en la lengua y las caricias con los dedos. Si el pene fuera lo máximo y creyéramos que es irreemplazable, no existiríamos las lesbianas.

lunes, 23 de mayo de 2011

Britney y Rihanna

Tras el escándalo mundial por el beso en los labios entre Madonna y Britney , la princesa del pop volvió a recrear la escena besando a Rihanna al final de su dueto durante la ceremonia de los Billboards Awards. Las cámaras que graban la actuación lograron esquivar la escena, censurándola por completo.
Nevada no volverá a ser la misma luego de que la inauguración de los Billboards Awards pase a la historia como una de las más exitosas. Rejillas, botas y una sexy performance fueron las armas con las que Britney Spears y Rihanna paralizaron al mundo entero interpretando el erótico tema “S&M”.
Entre cadenas y juegos con almohadas, Rihanna se lanzó a besar a Britney, recordando el célebre ósculo entre Madonna y Speas en los "Premios MTV" ocho años atrás. La notable censura del beso nos muestra que ese tipo de escenas subidas de tono aún no están bien vistas en tierras del Tío Sam.

domingo, 8 de mayo de 2011

Con amor para mi novia...

Enrédate,
enrédate, conmigo
enreda mis redes a las tuyas,
enrédame
atrápame
mézclate hasta que seamos sólo una...

viernes, 4 de marzo de 2011

Dos chicas besándose = ArTe

Por amor al arte
dejaron de escribirse historias para contarte
se secaron los mares de sueños para despertarte
por amor al arte
la noche se hizo de día
borrando la oscura sombría de tu soledad

Por amor al arte
la luna se bajo del cielo para consolarte
las nubes dejaron paso al sol para iluminarte
por amor al arte
tu vida ya no era tan fría
y dejaste de sentirte vacía por tu soledad

Y apareció en tu vida
la chica de tus sueños
tu princesa herida
y ella curó tu infierno
lo que tú no sabías
que aunque nacieras princesa
no querías un Romeo
esperabas a Julieta

Nadie supo explicarte porque la querías
que el hombre de tu vida se llamaba María
pero escúchame amiga
si ella también quiere amarte
no hay que darle más vueltas
yo sé... que es por amor al arte

Por amor al arte
lloraste lágrimas de miedo hasta secarte
dejaste a un lado cada duda para lanzarte
por amor al arte
supiste salir adelante
rompiendo por fin las cadenas de tu soledad...

martes, 1 de febrero de 2011

A la maestra con cariño II


-Ya está, por fin lo dije y no he muerto, vamos apúrate dame una cachetada, bótame de tu casa de una vez, ya las fregué- Y sin decir palabra alguna me tomó de la cintura y apretó contra su vientre y me dio uno de los besos más excitantes que alguna me pudo dar, todo lo que antes imaginaba no se comparaba a lo que estaba sintiendo en ese momento indescriptible, era una mezcla de amor, deseo, delirio, todo contenía ese beso, quien diría que con el solo contacto de los labios se pueda experimentar tantas cosas, es verdad,  a veces con un beso puedes experimentar el mejor de los orgasmos. Poco a poco fuimos descubriendo nuestros cuerpos y les enseñamos a que hablen por si solos. Esa madrugada regresé a casa, me levanté muy temprano y decidí contarle mi verdadera sexualidad a mi madre, me sentía tan segura de Andrea.
        
-Mami tengo que decirte algo muy importante -Dime corazón –Sólo espero que me sepas comprender y que yo no elegí ser así, no se trata de una elección simplemente nace contigo- en realidad no fue así de fácil -habla Zoe- creo que ya se lo esperaba por el tono de su voz- “Me gustan las mujeres mamá”, cuando vi caer lágrimas por sus mejillas y todo el sermón que ellos nos pueden dar, que la hijita, en este caso su única hija no iba a ser como los demás, empezó hablar del que dirán ya que a ella le importa mucho… pero concluyó diciendo, seas lo que seas, eres mi hija.

Debo reconocer que ese también fue uno de los días más felices de mi vida, posteriormente me dirigí a la universidad  a buscar a Andrea, tenía miedo de mirarla o era emoción en realidad, no sabía lo que me sucedía, una combinación de nostalgia, alegría, nuevamente no sé cómo describirlo –Me dirigí a su oficina –hola amor -ni habíamos hablado y ya le decía amor -se nota que me encontraba muy emocionada y feliz- Hola –esa mañana la noté muy fría, totalmente distinta a la mujer dulce, cariñosa, amable, tierna, aquella que la noche anterior me trataba como una reina en sus brazos y me hacía llegar a unos orgasmos múltiples, ella no era la mujer con quien había experimentado y entregado todo el calor de mi cuerpo -disculpa tengo que dictar clase, te llamo en la noche –Ok. -Ok te quiero-

Había transcurrido dos semanas y esa llamada no llegaba, yo pensaba en Andrea y no me daba cuenta que mamá estaba sufriendo, la notaba cambiada se le había borrado la sonrisa de su rostro, aquellos ojos expresivos, no era el rostro de lo que alguna vez fue, trataba de hablar con ella, pero notaba cierta distancia y rechazo (en ese momento comprendí que había sido un error contarle mi sexualidad). Me dolía verla tan alejada de mí y no poder hacer nada por ella.
¿Mami te sucede algo? –Nada-  ¿pero por qué estas así? –No es nada fácil por lo que estoy pasando tú, tu papá… tú papá no regresará nunca y rompió en llanto.
Al día siguiente fui  a la universidad y hablé con Andrea, declaramos nuestro amor una vez más, para ella era muy importante su trabajo y que tendríamos que cuidarnos mucho, porque ya había cierto cotilleo, respecto a ciertas preferencias.
Cada vez nos amábamos más y hablábamos de nuestras anteriores relaciones en realidad sólo una para ambas, y me encantaba que narrara cómo cada día se iba enamorando más de mí, dejando morir el amor que tenía con su anterior pareja.

Unas semanas después tuvimos que viajar, aunque me hubiera gustado ir sólo con ella y no con toda mi aula, pero bueno era trabajo de investigación, decían. Salimos fuera de la ciudad, el día era aburrido porque tenía que estar con todos mis compañeros y yo moría por despistarlos un momento y poder besarla unos segundos. La habitación la compartía con tres compañeras y tenía que esperar forzosamente a que ellas se duerman, era un dilema  y una misión imposible tener que salir en la madrugada a buscarla, pero no importaba, mi objetivo era llegar a ella y lo cumplía siempre nos las arreglábamos para poder entregarnos a  nuestros deseos, aunque solo lo podía disfrutar unas horas pero en ese instante era suficiente, después de todo fue agradable ese viaje.

Bye amor -hasta mañana -llegué a casa y otra vez la dolorosa situación de ver a mi madre llorar desconsoladamente, no podía hacer nada por ayudarla, ella no me dejaba. Quería contarle lo que estaba viviendo, lo feliz que era, pero no era justo que le impregnara tanta felicidad, cuando ella sufría por mi padre y por mi delicada situación. Una tarde me dirigí al departamento de Andrea, abro la puerta y a lo lejos se oye una discusión.
-¿Qué quieres que haga si ya no hay amor por ti?, se acabó, se terminó- ¿Dime que hice mal? –nada simplemente ya no hay amor por ti que rescatar, ahora hay otra persona en mi vida- Sí, esa chiquilla por la que me dejaste, ella que se irá cuando aparezca otra y se dé cuenta de que no eres joven.

Entendí que era su ex y creí necesario entrar y decirle que no me iría de su vida, que no la dejaría por una más joven, que la amaba a pesar de sus años y que no dejaré que nuestro amor muriera, como  les ocurrió. -Ingresé a la habitación totalmente ofuscada y con ganas de recriminarle que nunca dejaría Andrea, que la amaba que no era una relación pasajera o un capricho sino verdadero amor, cuando de repente a la mujer que estaba dispuesta a decirle todas esas cosa gira levemente y a la que veo es a mi madre: -Mamá- Zoeee.

En aquel instante comprendí que era yo quien le arrebató el amor a mamá, que ella no sufría por el amor de papá, ni por mí, sino que había perdido a la mujer que ella amaba, que su propia hija fue su rival, que era yo quien la mataba día a día, quien le arrebataba su único amor.

viernes, 21 de enero de 2011

A la maestra con cariño I


Era mi primer día de clases en la Universidad, estaba muy emocionada de encontrarme con todas mis amigas, las ansias estaban a flor de piel, no sé si por estudiar y dar aquel paso tan importante que me ayudaría a crecer o ver la inmensa cantidad de chicas que me podrían atraer –esta bien lo reconozco la segunda alternativa es la más creíble- cuando apenas  puedo visualizar una silueta por los pasillos, caminaba en cámara lenta o es que mis ojos la hacían verse así, ¡Era ella! la que estaba esperando encontrar en vez de los estudios, los libros, investigaciones y todas esas cosas que a las chicas  de mi edad es lo que menos nos importa, mientras se iba acercando más y más, quedaba más embelesada y más cautivada ante aquel performance, el porte que imponía, la belleza que desbordaba ante los ojos de todos, bien elegante que todos se quedaron pasmados por respeto según ellos, era la Decana, pero yo me quede abrumada por su belleza, lo debo confesar… mientras caminaba sobre las nubes toda glamorosa, el viento  agitaba levemente sus cabellos ondeados y su cuerpo se contorneaba al compás de sus movimientos que me hacían extraviar y me llevaba al silencio más absoluto, claro mientras pasaba era un cisne y yo era un ave más.

Así trascurrieron los días pero esa mañana era especial, lloviznaba levemente mientras esperábamos el cambio de hora, algunos fumando un cigarrillo queriendo jugar a ser mayores y hacer aquellas cosas que jamás nos hubiesen permitido hacer en la escuela, veo que la Decana  se acercaba a mi aula y yo rebosaba de júbilo es más hasta pedí una piteada para también sentirme importante y poder atraer su mirada -según yo- la felicidad era inmensa porque eso significaría tenerla en clase para poder contemplarla sólo para mí… atrás quedó la fama de malhumorada  que le habían hecho mis compañeros de grados superiores, me encontraba feliz, podía intuir levemente que bajo aquella expresión tan altiva y desafiante había una mujer sensible, que llevaba una careta para toda la facultad.

Poco a poco nos fuimos conociendo, claro tratando de sobresalir, siendo la mejor en su curso y con el transcurrir del tiempo iba ganándome su confianza.
Una de las cosas que siempre solíamos hacer, era caminar por toda la avenida, conversando, riendo con mis amigas, mientras caminábamos poco a poco íbamos disminuyendo, quedamos Carla y yo, traumando a los cachimbos –en este caso yo era una cachimbita- de aquellos profesores que eran los temidos de la facultad, de cómo presentarles un trabajo, aquellos que odian que les interrumpas la clase al tocar levemente la puerta, o aquel profesor le gusta llevar  a la gente a tercera matrícula y que vivan atormentados por el curso, de pronto se acercó su enamorado y se la llevó, no quedaba otra tenía que caminar sola unas cuadras para poder tomar mi autobús          ¿Zoe? -Mientras aquella voz melodiosa retumbaba en mis oídos, iba girando lentamente para no estropear esa quimera que carcomía mis entrañas -sube te llevo -por supuesto que no dude un instante, y ya me encontraba instalada en su automóvil   –Profesora buenos días- no puedo  describir lo que sentía en ese momento, era una mezcla de éxtasis, estaba al borde de los 40º en aquella gélida mañana.

Después de platicar sobre su materia y lo buena alumna que era, claro sólo en su curso, ya que había una motivación muy especial me preguntó si la podía ayudar a corregir unos exámenes a lo que por supuesto accedí rápidamente sin darle tiempo a que pueda cambiar de opinión. Esa tarde planifiqué minuciosamente y con suma delicadeza cada prenda que llevaría para tratar de seducirla o al menos intentar que pueda desviar un instante su mirada sobre mí -Profesora buenas tardes -hola Zoe, no creo que aquí  me llames con tanta solemnidad, dime Andrea -Ok.  Nos pusimos a corregir exámenes aunque en realidad sólo fue ortografía, mientras ella se abocaba completamente en esa hoja, había momentos en que aprovechaba un descuido y sigilosamente cual animal acecha a su presa avizoraba por completo cada detalle de su rostro y di un salto sobre ella, no dejé que hablara, mis manos tomaron las suyas, e iba excitando cada  parte de su sexo, tocando aquellos volcanes que estaban a punto de erupcionar, ágilmente introducía mi lengua en su boca, la besaba como una erudita en la materia y lo único que ella hacía era responder a mis besos y caricias en aquella habitación, donde sólo nosotras éramos testigo de nuestros más bajos instintos sexuales, mis manos podían palparla de tal manera que la hacía sentir tan frágil y a la vez tan excitable, mis labios podían sentir cómo se estremecía cada vez más con una respiración ahogada besaba su cuello y sus senos y su espalda y un poco más… por no decir que le bese hasta la sombra –claro, era lo que yo imaginaba mientras tenía unos segundos para hacer volar mi imaginación de aquellos sentimientos y acciones más escondidas, así se nos pasó la tarde y tuve que volver a casa, evidentemente hubieron más invitaciones y cada vez era más visible el grado de amistad que teníamos, no sabía si era por los favores que le hacía pero obviamente empezó a confundirme, se podría decir que la asignatura sólo me la dictaba a mí, era como si nos encontráramos solas en clase, lo cual para mí era perfecto, pero también creaba suspicacia ante los demás.

Empezamos a ser amigas y confidentes, ya casi estaba por concluir el año académico,  fui a su casa como de costumbre y lo sorprendente en esta ocasión fue que al terminar la ardua faena de corregir y corregir me invitó una cerveza y de allí otra y otra y otra… De repente sentí la necesidad de hablar de mis secretos mejor guardados  -Andrea no sé si lo que te voy a decir deteriore toda esta bonita amistad que tenemos y que no sólo se limita a docente-alumna, pero quiero ser sincera contigo y decirte lo que hace mucho tiempo está rondando en mi cabeza y produce que mi corazón llore por la fuerza de sus latidos cada vez que te veo, con sólo rozar tu piel siento el aroma de tu cuerpo impregnado en mi memoria y esa fragancia me acompaña en las noches antes de empezar a cerrar mis ojos para concentrarme y poder soñarme en tus brazos, estoy enamorada de ti desde hace mucho tiempo.
Continuará

lunes, 10 de enero de 2011

CÓMO ES HACER EL AMOR CON OTRA MUJER…

Quizás lo que más se aproxime a la sensación de dos cuerpos femeninos entrelazados sea la de una caída libre a la embriaguez. ¿Y cómo poder describir de otro modo lo que produce en mi cerebro la humedad láctea que fluye por su entrepierna, cuando mis otros labios la beben y ella entre espasmódicas arias parece reventarse de placer?

Estar con ella piel a piel es la más pura de todas las verdades clitorianas hasta la médula invocamos a Lilith en la cúspide de nuestros temblores, pues al igual que ella transgredimos todas las normas sin importarnos que nos expulsen del paraíso. Igual que la primera fémina de la creación lo damos todo por ser libres, dueñas de nuestros cuerpos, y de nuestras emociones.

Cuando mi amada acomoda su piel tibia en la mía, sus curvas gemelas me trazan el camino que debo seguir. Mis dedos la tocan cual si fuera guitarra, piano, trompeta o tambora, según nos va creciendo el ritmo de los acordes internos. Y hay tanto amor en su boca que me derrite cada vez que me besa, me adelgazo entre sus brazos y me reconozco más tierna y dulce de lo que jamás pensé. Soy tan frágil y tan fuerte en la desnudez que nos protege, de repente una iluminación viene y lo desborda todo, es entonces cuando se van al diablo los señaladores de pecados con sus índices y todo, pues en ese mundo, lo que inventamos es nítido, infranqueable, y hermoso.

Cuando sus caderas se mecen sobre mi y me arrastra a su mundo de desvarío, estoy tan a su merced, que ella bien podría matarme en ese instante, pues no hay nada comparable con esa suave cabalgata, donde toda la piel y los sentidos se entregan como en un sacrificio.

Mi lengua recorriendo su geografía, la socava, la saborea, la juega, la disfruta, toda ella me sabe a durazno o mandarina según los derroteros del viaje. Irme con ella es estupendo, venirme, indescriptible.

Tener la certeza de su croquis en mis manos me descubre la infinitud del universo, la conozco de tal manera que a tientas voy en su búsqueda y la encuentro. No choco contra sus huesos porque está hecha a mi imagen y a mi semejanza y no necesito más que abrazarme a su espejo para poseerla como ningún otro ser humano podrá.

Dos mujeres haciendo el amor para sí mismas, para su mutuo placer, sin más intervenciones que la de ellas dos, sin más protagonistas ni espectadores que ellas mismas y nadie, absolutamente nadie más.

Multiorgásmicas, amorosas, sensibles, locas, dos mujeres haciendo el amor son poesía pura, o quizás simplemente peces jugueteando en el agua, así de suaves, así de impúdicas, así de bellas.
PD. Escuchen la canción es hermooooooooossaaaaaa, les encantará...

Simplemente Fer

Mi foto
Puedes estar de acuerdo o no con mis escritos, y eso no hará que cambie tu vida. Porque cuando lo leas sólo añadirás más conocimientos. Lo importante es que tú al leerlo te conviertas en tu propio Maestro, ya que eres libre de interpretarlo a tu manera y asimilarlo a tu vida...
 
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